Finalmente, las vacaciones están aquí, pero todos los años es el mismo dilema para regar plantas!
¿Cómo voy a regarlas en vacaciones? ¿Quién cuidará de mis pequeños? ¿Debería darles un riego ultra abundante antes de partir, o confiar esta delicada misión a un amigo, a un vecino, por inexperto que sea?
En resumen, las soluciones pueden parecer complejas, pero en realidad existen varios y sencillos trucos.
Además,
1. Riega abundantemente cada una de tus plantas el día o el día anterior a tu partida.
2. ¡Llena tus platillos con agua, excepto las suculentas y los cactus! Y sí, se suele recomendar vaciar los platillos para que las raíces no se estanquen en el agua; pero durante los períodos calurosos de verano, esta agua será rápidamente absorbida por la planta y no tendrá tiempo de dañarla.
3. Coloque mantillo al pie de las plantas. Esto favorece el mantenimiento de la humedad al evitar la evaporación del agua y la sequedad temprana del cepellón. Puede ser corteza, bolas de arcilla o incluso simples hojas secas, que se colocan en una capa relativamente gruesa para obtener resultados óptimos.
4. Reduce la luminosidad de tu interior para poner tus plantas "en reposo". Con menos luz, realizarán menos fotosíntesis y, por lo tanto, requerirán menos agua.
5. Instalar un sistema de riego automático. Ideal para las plantas gracias a un goteo que permite una humectación profunda del sustrato, sigue siendo la solución autónoma en todas las circunstancias.
Por último, si al volver de vacaciones una planta no ha resistido y parece completamente seca, intenta rescatarla sumergiendo por completo el cepellón en agua durante varios días. El follaje debe enderezarse y la planta debe recuperar su "espíritu". ¡Entonces corta todo lo que no haya vuelto a la vida y disfrútalo de nuevo!
